Tuesday, May 1, 2012

La Agonía de Hugo Chávez


Sus médicos cubanos ya le comunicaron al presidente Hugo Chávez que muy probablemente no llegará vivo a las elecciones de octubre. No se trata de certezas, sino de una aproximación estadística. Las personas de su edad afectadas por el cáncer agresivo que padece, complicado por la metástasis generalizada que se ha desatado, suelen sobrevivir equis meses. A veces exceden el periodo o a veces no llegan. Sólo se trata de un macabro promedio.
Una de las primeras reacciones de Chávez fue llamar a un jefe de estado amigo para contárselo. A partir de ahora hará cosas cada vez más extrañas. Necesita, como cualquier persona moribunda, ánimo, compasión, palmadas cariñosas.

Una vieja amiga tanatóloga, especialista en ayudar a morir a los enfermos terminales, que ejerce su triste y necesaria profesión en un gran hospital, siempre insistía en que las gentes necesitan, por encima de todo, más que palabras de consuelo, que le aprieten la mano cuando se despiden de este mundo. Ese contacto final de piel a piel es misteriosamente reconfortante. Quita un poco el miedo que provoca asomarse a ese abismo insondable.
En efecto, las personas moribundas sufren de varios miedos diferentes. Le temen a la destrucción acelerada del cuerpo. Han vivido pendientes de él. Lo han cuidado, lavado, protegido, lo han enseñado con orgullo, y, de pronto, el deterioro, en lugar de ser paulatinamente perceptible, se presenta de sopetón como una pesadilla.
Las personas, especialmente las poderosas, además, le temen a la pérdida de autoridad sobre el propio yo. El enfermo terminal está a merced de los médicos, de los enfermeros, de los parientes. De una manera cruel, se invierten las relaciones de poder y el enfermo terminal sufre la indignidad de ser sometido por cualquiera con una bata blanca o por el familiar o amigo que le hace compañía. Vuelven a ser tratados como niños.
Y está el miedo al dolor. Ése es terrible y acarrea una consecuencia nefasta: el enfermo terminal subordina toda su existencia, la poca que le queda, a tratar de evitar esa experiencia. Se obsesiona con el dolor. Habla y piensa constantemente en eso. El resto de los temas dejan de ser importantes. Ante un dolor agudo, ¿quién piensa en el amor, en la responsabilidad o en lo que sea? ¿Qué hay más absorbente que el temor a un dolor penetrante?
Chávez advierte que tiene poco tiempo para la inmensa cantidad de asuntos que deja pendientes, pero súbitamente han cambiado sus prioridades. ¿Le importa mucho el destino de su revolución bolivariana a estas alturas de la vida o de la muerte? Tal vez no. Se sabe rodeado de bandidos dedicados al desfalco de los fondos públicos y de narcos generales que han echado las bases de un narcoestado. Con esa impresentable tropa no puede comparecer ante la posteridad. La revolución bolivariana fue un sueño trunco.
¿Le importa hoy, a las puertas de la muerte, aquel loco proyecto del socialismo del siglo XXI que nunca llegó a definir del todo, o que definió de tantas maneras que nadie tiene la menor idea de lo que está hablando? ¿Quién va a derrotar ahora al imperialismo yanqui y enterrar al capitalismo? ¿El limitado señor Nicolás Maduro? ¿El viejo pillín José Vicente Rangel? ¿Se cree alguien que Diosdado Cabello es un revolucionario idealista consagrado a la redención de la especie?
¿Puede Chávez dejarle a un albacea el encargo post mortem de que continúe ejerciendo la filantropía revolucionaria con Cuba, Nicaragua, Bolivia y otros estados pedigüeños? Chávez es pródigo como nadie con el dinero de los venezolanos. Se ha comprado la fama a punta de bolívares. Le regala plata a candidatos extranjeros, a amigos, a cualquiera que pasa por Caracas y le hace un cuento. ¿Quién va a reproducir ese comportamiento dadivoso para cultivar su gloria tras su muerte?
¿Qué es, en suma, la revolución bolivariana? Chávez lo sabe y se lo lleva a la tumba con pesar: es sólo una nueva oligarquía política que saquea al país impunemente. Nada más. Si en algo Chávez recuerda a Bolívar, es en que también ha arado en el mar. Todo ha sido inútil. Su experimento revolucionario no será estudiado en las clases de Ciencias Políticas, sino en las de Criminología. Se morirá con esa pena. Es muy triste.

Sunday, April 29, 2012

Respuesta de Eliecer Avila ante acciones difamatorias de la Seguridad del Estado.


 Respuesta de Eliecer Avila ante acciones difamatorias de la Seguridad del Estado.

Escribo estas líneas aclaratorias de manera excepcional. No pretendo ocupar ni un segundo de tiempo en lo adelante a responder nada que salga de los laboratorios de la SE cubana. Alterar mi infinita tranquilidad y desconcentrarme no son gustos que le daré a nadie. Prefiero ocupar mi tiempo leyendo y aprendiendo o disfrutando de las victorias de mi equipo en la serie nacional de béisbol. Pero resulta ya muy sospechoso los comentarios que han estado regando por mi barrio de que yo estoy preso, así como la reciente reunión con mi padre para tantear el terreno y preparar alguna jugada muy baja que no se puede tolerar. A continuación respondo a las calumnias hechas por este señor a nombre de la SE:

SE: “tu hijo es un mercenario pagado por la CINA y la FNCA”.

Yo: En mi vida jamás he tenido delante a persona alguna que se identifique como funcionario de la Oficina de Intereses ni de dicha Fundación. No conozco ningún miembro o empleado de una cosa ni la otra. Y mucho menos alguien me ha ofrecido trabajo o dinero.

La única vez que vi a la distancia de unos metros a un funcionario de la Oficina de Intereses fue en el excelente programa Estado de Sats que mi amigo Antonio Rodiles organizó para dialogar acerca del intercambio académico y cultural EEUU-Cuba. El cual está íntegramente en video a disposición del público en Internet.

SE: “tu hijo es mercenario porque se reúne con elementos terroristas.”

Yo: Señores, están abusando de la falta de lógica. Si en Cuba existen elementos terroristas: ¿Qué hacen ustedes que no los han metido presos? ¿Qué actos terroristas son esos que han cometido mis amigos?. Las personas allegadas a mi tienen su ficha de antecedentes tan blanca como la mía. No conozco entre ellos a delincuente alguno. Aunque es obvio que ustedes usan esos términos a diestra y siniestra con todo el que no les cae bien.

SE: “tu hijo convocó a los cabecillas contrarevolucionarios para denunciar internacionalmente los arrestos que nosotros llevamos a cabo durante la visita del papa”.

Yo: Ciertísimo, ahora si dicen algo que sirva. Aunque de nuevo meten las etiquetas mal: ustedes secuestraron, escúchenlo bien, secuestraron, a Willian, músico que es casi un niño,a pastores de iglesias, al nieto de ese grande de las letras cubanas que fue Eliseo Diego, que es cineasta y no le interesaba para nada ir a ver al Papa. Y no voy a seguir con el largo listado... de muchachos normales que no son cabecillas de nada. A todos ellos su familia los buscó desesperadamente por hospitales y unidades de la PNR y nadie les dio información. Eso se llama abuso y si no quieren que el mundo y el resto de Cuba se entere, no lo hagan y ya está.

SE: “Si tu hijo no es un mercenario, como es que le recargan tanto el celular y le mandan una laptop”.

Yo: Señores, ya estamos muy grandecitos para estar jugando a esta bobería. Con estas afirmaciones y la compra de las empanadas que eran la merienda de aquel histórico Sats voy a empezar a creer que son unos inmaduroz. Ustedes saben de sobra que cubanos esparcidos por todo el mundo de vez en cuando me le ponen algo al teléfono por las páginas web que ustedes han habilitado para eso y que yo me entero cuando ya lo tengo puesto. Normalmente solo recibo la llamada típica:

“hola eliecer, soy ¿Fulano?, vivo en alemania y estoy 100% de acuerdo con tus ideas, ahí te puse algo para que puedas comunicarte mejor, un abrazo”

Yo sé que a ustedes les molesta como una patada que alguien se solidarice con quien piensa diferente a sus jefes, pero imagínense, si no es así, con la estafa enorme que nos imponen en los precios de las llamadas uno no podría comunicarse. ¿Por qué en vez de eso no ponen precios justos para que todos los cubanos podamos sostener un teléfono móvil que ya es normal en todas partes hace años y no con un servicio básico y atrazado como el que ustedes brindan?.

La laptop de uso que tengo, que aprovecho para darle las gracias, me la mandó con pago perfectamente legal de su abusibo impuesto, Lorenzo García, que no vive en Miami y es informático igual que yo, a través de Cecilia, cuyos padres, maravillosos viejos a quienes también saludo, pude conocer en la ciudad de Santa Clara.

Ninguna de estas personas tiene que ver hasta donde yo puedo saber con nada de fundaciones u oficinas. Aunque está claro que aquí cualquiera puede ser de todo, incluso de ustedes mismos, que no escatiman en mandarme lengüilargos, perdón “agentes” pésimos en su simulación, tipos sin carácter que por una merienda o un diploma venden hasta su madre.

SE: “le conseguimos un trabajo y no lo aceptó”.

Yo: Durante más de 6 meses, después que ustedes me dejaran fuera de mi trabajo, me dediqué a ir a todos los lugares donde había alguna esperanza de reenganchar: Dirección de Mantenimiento Constructivo, Dirección de Finanzas y Precios, Agencia del Puerto del Cayo, Pre e IPI, etc..... y nadie me quiso dar trabajo gracias a ustedes. Ahora, después que yo lo digo en el programa Sats vienen con el cuento del trabajito en Desoft, para lo cual engañaron a todos mis compañeros ya que solo me iban a contratar a mí. Aclarándome desde el primer momento que el trabajo era todos los días y si llegaba tarde o me ausentaba por alguna razón podía perder lo único que anima a alguien a trabajar en eso, la estimulación en divisas.

Yo no acepto ese tipo de tratos, a mi no me manipula ni me encadena nadie.

Y por cierto, mientras yo sepa ganarme la vida por mi cuenta, como lo he tenido que hacer siempre, aún estando empleado o estudiando, no quiero saber de trabajitos que comprometan mi libertad.

SE: “nosotros lo que hemos hecho es cuidarlo porque si no ya alguien lo hubiera atacado en la calle como le han hecho a otros”.

Yo: Esto casi no merece respuesta porque al cubano de a pie que le digas esto se ríe en tu cara. Yo he viajado por todo el país invitado por gente que sirve y no cae en su chusmería. He hablado durante horas con médicos, arquitectos, artistas, profesores, deportistas, amas de casa, jóvenes estudiantes de todo tipo, militantes del PCC e incluso militares. Y jamás, alguien me ha faltado el respeto en lo más mínimo, por el contrario, la gente me expresa su respeto y a veces me muero de la pena porque no paran de llegar personas que quieren conversar conmigo y no me alcanza el tiempo, lo mismo en coppelia, que en un campo cualquiera. Ustedes no gozan de esa satisfacción, y lo saben. Su silencio cómplice ante las crecientes necesidades del pueblo y sus actividades de represión y amenazas los están dejando solos. Pero no se preocupen, si un día perfectamente probable, ustedes no son la autoridad y son un cubano más, casi seguro ya esta sociedad habrá cambiado, madurado, progresado mentalmente, y nadie les hará lo que ustedes quieren hacer conmigo. No obstante, si quieren viajar por Cuba yo los invito, mientras handen conmigo no les faltará un plato de comida.

Señores, a no ser que ustedes los fabriquen, yo no tengo enemigos y duermo muy bien.

Por último solo quiero proponerles algo: hagan una mesa redonda televisada para toda Cuba y háganme mil preguntas frente al pueblo, yo se las puedo responder todas sin problemas. Y luego inviertan el catalejo, déjenme a mí preguntarle cinco a sus máximos jefes, veremos así quien puede responder y qué responde. Veremos quien está más limpio.

Eliecer Avila Cicilia.

Complot de Seguridad del Estado contra Eliecer Avila

Denunciando Complot oficial de Seguridad del Estado contra Eliecer Avila Cicilia

Denuncia sobre complot oficial.

Yo, Eliecer Avila Pérez, padre de Eliecer Avila Cicilia deseo hacer público que siendo las 9:30 am del dia 24 del presente mes se reunió conmigo el Oficial de la Seguridad del Estado, Manuel Sosa Lozada, en el local que ocupa la oficina del administrador del Servi CUPET Puerto Padre. A continuación resumo los aspectos más notables de la conversación:

Comenzó diciéndome que mi hijo Eliecer Avila, “es un contrarevolucionario y un mercenario”, ya que “se reune con elementos vinculados a la Fundación Cubano Americana, pagados por el gobierno de EEUU que reciben dinero de esta fundación para emitir criterios opuestos al gobierno de Cuba y la revolución”. El oficial me insinúa que existen todos los elementos sobre lo anterior. Pero que la idea, es que yo influya sobre mi hijo, para que de inmediato abandone lo que está haciendo y deje de reunirse con estos elementos, de lo contrario no quedará otra alternativa que proceder contra él. Y una vez que sea incluido en esta lista, ya no tendrá libertad de movimientos como hasta ahora y tampoco podrá vivir en La Habana porque ellos lo impedirán.

Continuó el oficial diciendo que mi hijo convocó a todos los “cabecillas de la contrarrevolución” para denunciar ante el mundo las detenciones que se llevaron a cabo con motivo de la visita del papa. Medida que ellos habían tomado por la seguridad del propio Papa.

Me comunicó además que a mi hijo le habían enviado muchos mensajes de alerta con amigos y familiares y que él no escucha a nadie, pero que saben que a la única persona que él escucha es a mi, de ahí la importancia de que yo “ejerza mi influencia para hacerlo reflexionar”, ya que es muy “inmaduro y el enemigo lo manipula como quiere” y está muy claro que su actitud responde a los intereses del gobierno de EEUU.

Me dijo además que “La Seguridad lejos de reprimirlo trata de protegerlo porque si no ya los ciudadanos lo hubieran golpeado en la calle como lo han hecho con otros”. El oficial reitera que lo están manipulando debido a su gran inmadurez y al dinero que le pagan los miembros de la Fundación Cubano Americana, también me comunicó que ellos le habían “conseguido un trabajo fijo en DESOFT y no lo aceptó porque está muy claro que ya vive del dinero que le paga el gobierno de EEUU a través de la oficina de intereses y de la fundación”.

Dijo también que si lo anterior no era cierto, como se justificaba entonces que le hicieran tantas recargas al celular, o un tal “Lorenzo” le mandara una laptop a través de “Cecilia”.

Cuando me tocó hablar, le dije que mi hijo no es un comunista, pero sí es un revolucionario, que dice lo que piensa con toda honestidad, de frente y claro, sin espacio a la duda de cuál es su posición.

Tampoco ha llamado nunca a la indisciplina o al desorden. Siempre a expresado sus criterios con respeto. Por otra parte no es cierto que hable mal de la revolución, por el contrario, habla muy bien a favor del pueblo y en desacuerdo con los que actúan en beneficio propio a nombre de “la revolución”.

Afirmé con total conocimiento: que sus declaraciones nunca han estado condicionadas a ningún pago, lo que ocurre es que ahora les conviene desacreditarlo ante el pueblo y por eso le cuelgan el cartelito de “contrarevolucionario y mercenario”, acusación que no aceptaremos nunca.

Después de discutir el asunto con mucha fuerza el oficial me dice que a él no le interesa ni le preocupa lo que mi hijo dice, que eso es su problema, ya tendrá que asumir las consecuencias, lo que si no le van a permitir es que siga con su actitud, que ellos tienen todos los medios y los elementos para actuar en cualquier momento, que hable con él y lo convenza o “se va a meter en un problema muy serio”.


Yo, no me había pronunciado hasta este momento respecto a estos temas pero las amenazas actuales me obligan a hacerlo.

Primero: yo no conozco, ni quiero dudar de la integridad de los oficiales de la Seguridad del Estado, pero después de conversar durante suficiente tiempo con el que me tocó; estoy convencido de que en lo fundamental miente. Y en los casos en los que dice algo de verdad lo interpreta y manipula hasta hacer que parezcan delitos cuestiones perfectamente normales, ardides que conozco bien por haber estado dentro del MININT un buen número de años.

Segundo: al hombre que si conozco bien, porque lo vi nacer y crecer a mi lado, es a mi hijo. Del cual conozco toda su vida y sus actividades al detalle. Y puedo afirmar que hasta hoy lo que ha hecho, defendido o denunciado es el reflejo del sentido de justicia que en buena parte, yo mismo le he inculcado y de lo cual toda su familia nos sentimos profundamente orgullosos.

Tercero: Como padre no toleraré en lo más mínimo que ninguna marioneta, de las tantas con que cuenta el poder estatal para armar sus teatros, le toque un solo pelo. Si esto sucede buscaré a los responsables hasta debajo de la tierra al costo de mi vida si es necesario.

Cuarto: Tanto mi hijo, como yo, respetamos el trabajo de cualquier autoridad cuando éste se ejerce con sentido de la responsabilidad, en función del ciudadano y respetando sus derechos, en estos términos estamos a su completa disposición. Pero el que orqueste un show o pretenda sin identificación alguna, usando fuerza injustificada, violentar nuestra integridad o nuestro domicilio, puede encontrarse perfectamente con el filo del machete y luego no podrá reclamar nada en absoluto.

Quinto: Exhorto a esas mismas autoridades, a dedicar sus recursos y esfuerzos a encontrar los responsables de los incontables casos de robo e incluso asesinato que tenemos pendiente en este pequeño pueblo, donde cada vez la gente está mas desprotegida y a merced de los malechores, mientras el gobierno sigue invirtiendo todo nuestro dinero en perseguir a los jóvenes que como mi hijo ejercen su derecho a participar y a opinar sobre los ya indefendibles males permanentes de este país.

Eliecer Avila Pérez.